Mi amigo Alfonso ha incluido en su Facebook una noticia
sobre el nuevo uso que se le va a dar o ya se le está dando al edificio que en
otros tiempos fuera el elitista Vedado tennis club de La Habana. No había empezado a
leer la noticia pero al ver la foto del impresionante edificio algo me
resultaba familiar. Ese edificio lo conozco, me suena una barbaridad, he pasado
por delante de él un montón de veces…..seguro.
La fotografía en cuestión, muestra un elegante caserón ahora
pintado de color azul, no se si en honor a Industriales, el equipo de béisbol
de La Habana
(deducción que sacamos entre Noemí, Ricardo y yo mismo) y que desde ahora va a
ser el Museo del béisbol de la capital cubana.
Estaba totalmente convencido pero me aseguro y lo consulto
en Internet. Busco la dirección del nuevo museo….esquina entre la calle 12 y
Calzada. Lo conocía. Lo veíamos cuando cogíamos el camino mas corto hacia El
Malecón desde nuestra casa. Era imposible pasar por delante de él y no verlo.
Durante el último mes de mi estancia en Cuba, una gran parte del tejado, el que
corresponde a la fachada que da a la calle 12, se había derrumbado y mostraba algunas
estancias. La verdad, daba pena ver un elegantísimo edificio que ahora
comenzaba a derrumbarse. No recuerdo haberme preguntado nada sobre el uso que
se le estuviera dando, algo normal, ya que si en La Habana quisieras conocer la
historia de cada construcción que te llama a contemplarla, necesitarías toda la
vida.
El caso es que me han venido a la mente muchos recuerdos y dos cosas en
especial.
Una. Alguien colgó en Facebook una foto de un puesto, creo de
algún país africano, donde se mostraban a la venta varias cabezas de monos para
su consumo. Otra persona comentaba que
vivía en un país civilizado y que llevaba una alimentación sana que nada tenía
que ver con esa salvajada. Me indigné puesto que desde el desconocimiento no se
puede criticar lo que se puedan ver obligados a comer en otros lugares del
mundo menos favorecidos. Tal vez sea por costumbre, cultura o tradición, pero
lo más seguro es por necesidad. Escribí algo al respecto en este blog, aunque
debo reconocer que llevado por mi enfado y sin mucho sentido.
Dos. Una entrevista a un importante arquitecto cubano que
criticaba despiadadamente el uso y mantenimiento tan irresponsable y poco
respetuoso que se hacía en muchos edificios de Centrohabana. Era especialmente
crítico con los colores con que se pintan las fachadas de muchos ejemplares
únicos de arquitectura neoclásica, que en su elegante origen, nada tienen que
ver con esos colores gritones propios de gentes del oriente de la isla.
Alberto, arquitecto argentino, me recuerda el origen de los
colores de La Boca,
el barrio de Buenos Aires. Las fachadas están pintadas de mil colores. Se
empezó a pintar así porque se utilizaba la pintura sobrante de los barcos.
Ahora el uso de colores llamativos es “obligatorio”.
Se hace lo que se puede con lo que se tiene. De eso no se le
puede dar clases a un cubano, pero veo las fotos de este edificio y ya no se
que pensar, me he quedado sin palabras y ahora solo pienso en aquellos dibujos de Los Pitufos.
El Vedado Tennis Club fue una club social cubano para la recreación de la alta burguesía habanera entre 1902 y 1959. Escenario de juegos de béisbol, fútbol y fútbol americano. Reconocido internacionalmente como yacht club fue la única institución recreativa capaz de emular con el Habana Yacht Club.
Entre los numerosos asociados de la aristocracia habanera que frecuentaron el Vedado Tennis Club, se encuentran los presidentes de la República, Mario García Menocal y Gerardo Machado; y otras personalidades influyentes como Orestes Ferrara, Enrique Conill y Porfirio Franca.
Luego del triunfo de la Revolución fue nacionalizada y convertida en el Círculo Social José Antonio Echeverria (www.ecured.cu)
Aspecto del Vedado Tennis Club de La Habana durante los últimos años y en la actualidad |
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