sábado, 17 de mayo de 2014

Raquel

Habaneando. Raquel, Luís y Alfredo (Alfredo Iglesias)
Habaneando. Raquel y Luís (Alfredo Iglesias)Lunes 5 de mayo Es una suerte tener a Raquel. Ha llenado la casa de buenas vibraciones, hay flores en la cocina, velas en la mesa y fruta y te por las mañanas. Ahora todos hablamos de nuestras sensaciones, de nosotros mismos, de las pocas ganas que tenemos de dejar la isla y de lo que haremos cuando volvamos a nuestra realidad cotidiana. Raquel hace meditación con Vicente todos los días y nos quiere incluir a Luís y a mí en el grupo. No creo que lo consiga… Por las tardes, pinta a Asdrúbal con su overol y su libro. Nos obliga a comer verduritas, sopa y esas cosas, así que comemos mucho más sano. Ha comprado agua como para llenar una piscina y las garrafas se amontonan en el suelo de la cocina. Las visitas a casa se multiplican, la “jovita” está revolucionando el barrio. Ayer estuvimos en el Bertold Brech hasta que nos echaron, luego un largo paseo por el malecón y al llegar a casa, charla a la luz de las velas hasta casi las cinco. Hoy nos ha dado tiempo de conocer a una pareja. Ella músico y estudiante de periodismo, él, Andrea, un bailarín griego enamorado de la danza afrocubana y de la rumba. En la mesa de un café, charlando un pintor, un fotógrafo, una músico y un bailarín. Nos hemos despedido sin más, sin intercambios de teléfonos, sin citarse para otra ocasión, sin esperar volver a vernos. Creo que hemos llegado a cierta saturación de amistades y compromisos, y lástima porque estos dos, creo que eran de los que merecían la pena.

Habaneando. Pareja en el café literario de calle G (Alfredo Iglesias)

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