sábado, 17 de mayo de 2014

Movida cubana

Sábado, 19 de abril

Habaneando. Movida cubana (Alfredo Iglesias)
  Viernes y sábado están siendo muy tranquilos. Me cuesta ponerme a escribir y espero hacer alguna foto esta noche. Llevo dos días de secano. Estamos preparando el trabajo que vamos a exponer. Luís tiene dos cuadros listos para colgar. Un carpintero le ha hecho los marcos con inglete y los ha montado en casa. Perfectos. Yo he sacado cinco copias. Me las han entregado esta mañana. Están un poquito oscuras pero las he dado por buenas. (Me cago en la leche. Están negras). Estoy buscando alguien que me las monte en cartón pluma, no está siendo fácil. Me temo que tendremos que improvisar algo. Como digo, el viernes fue tranquilo pero pudo ser dramático. Salí de casa y en la 23 cojo el carro que me deja en M, frente al Habana Libre. En esa esquina hay un Foto-Service donde voy a encargar las ampliaciones. Entro con la mochila a la espalda y con la cámara dentro. Me llama la atención una chica que parece estar esperando a que le atiendan. Está apoyada en el bajísimo mostrador exhibiendo su bien formado trasero. Me llama la dependienta y me coloco con ella delante de la pantalla de un ordenador y dando la espalda a la del culo bonito. Recuerdo que me moví bastante para indicarle a la chica el tamaño de las copias que quería. Las muestras estaban en otro lado de la tienda. Salgo y me encuentro a Croma y la panda de los Skaters. Uno de ellos me avisa. Llevo la mochila completamente abierta pero no falta nada. De lo único que estoy seguro es que la llevaba bien cerrada cuando entré. Sobre las cinco de la tarde voy al Malecón. Me encuentro con el chico de Costa Rica que se dejaba mojar por las olas y me acompaña a ver a los moteros. Es un chaval estupendo, vuelve mañana a Costa Rica y me dice que me puede imaginar viviendo en Cuba. Le deseo lo mejor en la vida. Aparcadas y bien alineadas están las Harleys, Triumph y Norton de los años cincuenta, bien cuidadas y mimadas. En Cuba habrá algo más de un centenar de Harleys que pertenecieron al cuerpo de policía. Allí conocemos a Gato, a Omar y a Carlos entre otros miembros de L.A.M.A. (Latin American Motorcycle Asociation). Buen rollo, cervezas, ron y cachondeo. Carlos es pintor y está casado con Nerea, de Pamplona. Espero volver a verlos el martes. Gato es el motero clásico, le fotografío con su Triumph roja, nos hemos reído hasta de nuestros culos. Transmiten algo poco frecuente en Cuba. Puede ser su forma de vida, tal vez algo más acomodada, su pasión por las motos, el pertenecer a un grupo con inquietudes similares…No se, todos transmiten ganas de vivir y no parecen compartir las preocupaciones que sobrellevan una buena parte de isleños. Apretones de manos y “uves”. En la Casa Balear conozco a René. Ha estudiado magisterio y tiene una conversación muy interesante. Su padre fue el sastre de Ibrahim Ferrer y me cuenta cosas alucinantes. Le digo que me lo tiene que repetir delante del ordenador. Salimos a comprar tabaco y a despedirnos cuando la policía nos para. René ha olvidado su carnet, a mi me dejan seguir pero me quedo esperando y la calle se llena de Punks. Me despisto y empiezo a hablar con ellos y a hacerles fotos. La gente más “alternativa” de La Habana se me planta delante de la cámara en la Avenida Presidentes, zona atestada de estudiantes en fin de semana. Cuando vuelvo a mirar, no están ni los policías ni René.

Habaneando. Movida cubana (Alfredo Iglesias)

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