sábado, 19 de abril de 2014

Todos estamos locos

Jueves, 17 de abril

Habaneando. Calles de La Habana (Alfredo Iglesias)
Luís se afana en recuperar las puntas con las que clava los lienzos en los bastidores para su reutilización. Las enderezamos a martillazos. Tiene cojones la cosa. No hay ni puntas, ni grapas. Salgo a fotografiar sombras. Me llevo un montón y tema zanjado. La vuelta decido hacerla por Malecón. Un chico se deja mojar por las olas que saltan hasta las aceras. Hablo con él. Está asustado y me cuenta una historia de mal de ojo o algo parecido. Intento tranquilizarle con algo de sensatez hasta que llega una chica cubana que le aconseja no ducharse hasta mañana y dormir con el agua salada pegada al cuerpo. A otro tema, que he quedado… Con Luís, que lleva unos días pintando como poseso, nos vamos al centro. Vuelta al infierno masoquista de San Rafael y adyacentes. No hay mucha gente en el boulevard pero en cincuenta metros ya hemos tenido dos ofertas de sexo de pago. En Neptuno, la gente se sienta en sus portales, los niños juegan a la pelota (baseball) con palos de escoba y se cierran las tiendas, que recién baldeadas escurren el agua que corre por la calle. Dos hombres rebuscan en una fila contenedores delante de las viejas locomotoras a la entrada de Dragones. Los demás frente a los televisores encendidos, o a la fresca en la terraza y para los más mayores partida de dominó rodeados de paisanos. Todo a la vista de los demás porque se vive en la calle. Esto es el patio de un psiquiátrico. Impresiona como el primer día. Se encienden las farolas frente al Capitolio y la calle cambia de color y se prepara para los usuarios nocturnos de esta zona y su clientela.

1 comentario:

  1. Mi querido Fredo,

    Sigo con interés tus andanzas habaneras, pero no estará de más que dejes algo más personal en mi facebook. Vale ? Un abrazo. Tony

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