viernes, 6 de junio de 2014

Otro desparrame mental. ¡¡Agua va...!!

Miércoles 14 de mayo El mismo día que tenemos que desmontar la exposición, Flor nos trae un PDF con la noticia publicada en La Rioja. Aunque parecía imposible, los cuadros, fotos y esculturas han entrado en el Lada de Isis junto a los dos metros de un Javier encogido en el asiento trasero. Llevamos dos días de tormentas y la de ayer acompañada de vendaval, lo que está retrasando los planes que teníamos para retratar a los tres personajes que nos faltan para “La Ultima Cena”. También me impide salir a fotografiar y está retrasando la visita de la señorita “curadora” de La Fábrica. Raquel nos ha llamado desde Londres y Asdrúbal se presenta por las mañanas, siempre con su buen humor. Ayer mismo, me comentaba que se había puesto a cambiar un grifo de una clienta que no funcionaba. En el taller le empieza a dar vueltas y a echarle “nalgas y codos”, como él dice. Grifo cubano arreglado. Viene y se lleva las garrafas que compró Raquel y que ya han quedado vacías. Las va a utilizar para almacenar agua con unas gotitas de hipoclorito (No busques lejía en La Habana).Yo le pregunto el porqué de tantas cisternas en las azoteas de las casas. Parece ser que el suministro de agua en Cuba se interrumpe durante varias horas al día. Luego me entero de que el suministro solo dura tres horas, de las seis a las nueve de la tarde. Asdrúbal me dice que el agua que corre por las cañerías va a las cisternas de las azoteas y a las viviendas, donde también algunos vecinos la almacenan en grandes bidones. Esto lo he observado en Habana Centro, tremendos bidones que descansan sobre alguna viga, que en cualquier caso no está para muchos trotes, en casas que se caen a pedazos. Es la forma de garantizar el suministro durante todo el día, haciendo acopio de agua. Me parece complicadísimo por mucho que tenga su lógica y pienso en los litros que derrochamos nosotros todos los días.

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