sábado, 19 de abril de 2014

El mayor espectáculo del mundo. Habana blues II

Miércoles, 9 de abril

Habaneando. Portal habanero (Alfredo Iglesias)

Habaneando. Pesos, barras y estrellas en San Rafael (Alfredo Iglesias)Calle San Rafael o Boulevard. Nos bajamos del taxi y una mulata nos sonríe sin razón aparente. Entrar aquí es meterse en la mismísima boca del lobo. Es una zona de turistas con sandalias, bermudas y cámara colgada al cuello. Mi reflejo en un cristal me delata, soy idéntico a ellos. En las inmediaciones están los mejores hoteles de Habana Centro y la seguridad de sus terrazas con música en directo. Desde allí, los rostros pálidos parecen salir aleccionados a llevar las cámaras al cuello para evitar robos, y yo hago lo mismo. Me quedo solo, camino despacio hacia Neptuno. Cuando crees que tienes una buena foto ya has perdido cinco mejores. No sabes donde mirar, esto es un circo de seis pistas. Al turista se le intenta vender todo y yo soy un buen blanco caminando solo y despacio. Paseos en calesa…NO. Recorridos en convertible americano…NO. ¿ Bicicleta, señor?…NO. Vendedores de todo se acercan y te hablan, pero creo que no son los más peligrosos. Otros vigilan desde lejos y esos me han dado más miedo, cuando me siento observado, me voy. - Señor, señor….¿Español?...¿Italiano? - NO - Espere, espere, déjeme que le diga… - NO Y así todo el tiempo. La mejor comida, bebidas frías… y dispuestos a hablarte en cualquier idioma. Se me acaba la munición de NOES y empiezo a disentir con la cabeza y levantar la palma de la mano y luego ni eso, ni puñetero caso. La cosa parece mucho mejor así y voy cogiendo confianza. Un gordo

con sombrero guajiro se me cruza y sin parar me ofrece…-¿Viagra...?
Este gordo cabrón si que me ha jodido el día.
Me sitúo en una esquina del boulevard donde no sea demasiado evidente do evidente mi presencia y decido quedarme a ver el mundo pasar. Un homosexual con largas pestañas y cejas dibujadas pasa al lado de un punky y un rapero. Una niña llora para conseguir un helado, junta las manos y alza la vista a su madre, que prepara los pesos vestida con una camiseta de barras y estrellas. Pasa una excavadora con dos pasajeros en la pala y mendigos vestidos con harapos (me han comentado que alguno de estos, trabaja en Centro Habana y vive en Vedado). Turistas y muchas mujeres con poca ropa. Las jineteras. Hemos quedado en casa de Oscar. Voy contento, la mañana ha sido productiva. Hay mucha basura en las calles y al lado de un mercado, donde un tufo insoportable anula cualquier intención de comprar. Echo una mirada a cada portal. Parecen decorados de alguna película de terror apocalíptico. Cables colgando por todos los lados, tuberías, basura y materiales de obra. Un único color, negro oscuro y sucio, en las escaleras y paredes. Rotos y desconchones, ventanas que no son más que agujeros en la pared y lo más jodido, de aquí no salen marcianos ni zombies. Personas normales como tú y yo conviven con otra inquilina que nadie querría en su bloque, la más puta de las miserias.

Habaneando. Balcón y portal en La Habana (Alfredo Iglesias)



No hay comentarios:

Publicar un comentario