He retirado la entrada del día 19. La guardo para otra ocasión. Y no lo hago por mí… Seguro que llega el momento de publicarla. Es sincera y dolorosa, me gustaría publicarla porque explico como he llegado aquí, mi situación en España y dos años duros… Tampoco hago muchos amigos con mis palabras, así que queda para otro momento. Es la única ventaja de no poder conectarse, tienes tiempo para repasar, releer, y pensar. Será como uno de esos cromos raros por los que nunca acababas la colección.



a fumar, sentaditos y con nuestras copas….¿Envidia?...Espera un poco… Un tipo se deja fotografiar con todo pichi. Su chica está encantada con la popularidad del mocete y comparte instantáneas. ¿Será algún famoso cubano? Es X (Equis) Alfonso. Su nombre es Equis y es músico. Creo que es el batería del Grupo X Alfonso. Este Equis mucho se repite y debe ser muy importante. Luego me dicen que viene de una familia de músicos muy conocida en Cuba. Sus hermanos son L y M (Ele y Eme). Todo nombres reales…¡Toma ya…! Bueno, que el X es el promotor, el artífice de todo el “tinglao” de la fábrica. A eso de las diez, empieza a llenarse de gente. Muchas chicas, muy altas y muy guapas y muchos gays, peluqueros y artistas gays, funcionarios gays y gays con mucha pluma gay. No hay muchos extranjeros, solo algunos. Me empieza a recordar a los años de La Movida. Es como “El Templo del Gato” pero a lo bestia. Esto ya lo hemos vivido nosotros, culturetillas pretenciosos y petardeo intelectual. Aún así, no está nada mal, pero que nada mal. Ponen Mirindas Asesinas en la gran pantalla y después, desfile de moda cubana (así que había chicas tan altas…y tanto gay). Acaba nuestra noche en la mitad de un concierto de Jazz. (Las chicas altas han desaparecido y de “los otros” solo queda uno) Son las doce y estamos de vuelta a casa (solos, como no). El triunfo se hace esperar más que Internet.
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