miércoles, 2 de abril de 2014

En este establecimiento nunca entró Ernest Hemingway

Viernes, 28 de marzo


 Hemos ido hasta la Fototeca Cubana, en la Plaza Vieja. Exposición, proyección, conferencias y la presentación de la revista de la Escuela de Fotografía Creativa de La Habana. …Y de allí salimos con Roland, fotógrafo, Yoanna, profesora de la escuela de fotografía, Tony y Maires. Tony es californiano y lleva 17 años pateando Cuba. ¡Y vaya pasos que da! Dos metros de Yanqui que camina con seguridad aplastante por el centro de cualquier calle de la Habana Vieja. - Os voy a llevar a los sitios donde nunca estuvo Hemingway…el viejo borrachón. Continua hablando, me mantengo a su derecha difícilmente. Hasta tres veces le han abordado los “ganchos” de los restaurantes por los que pasamos ofreciéndole la carta. Las mismas veces y con idéntica reacción, sin aflojar el paso coge la carta que le muestran y obliga al pesado de turno a seguirle hasta la siguiente cuadra. Observa y comenta la oferta gastronómica, su precio y si está en temporada o no. Devuelve la carta, que es recogida con alivio y celeridad por su interlocutor. Se explica con contundencia… - Solo buscan estafarte porque les pareces un turista. Aprovecharse del extranjero también es racismo y si no me respetan, yo tampoco a ellos. Seguimos hablando, ahora de Maier Lansky ( por fin consigo poner su nombre). Lansky decía que no estaba haciendo bien su trabajo si quedaba en La Habana un solo homosexual sin trabajo. Les colocó en todos sus negocios. Camareros, recepcionistas, músicos y coreógrafos. Lansky era un gangster, un criminal y un analfabeto dotado de una gran visión de negocio, que al fin y al cabo, era lo único que pretendía. Fundó la escuela de Jazz, que perdura hasta nuestros días… Tony nos enseña los secretos de la antigua ciudad. Allí un prostíbulo camuflado, pero no es el mejor. Allá un local, que he estado mirando para un negocio y más allá la Escuela de Rehabilitación de La Habana Vieja.

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