miércoles, 2 de abril de 2014

El Nuevo Mundo

Lunes, 24 de marzo

Habaneando. Razas (Alfredo Iglesias)
Son las seis y media. Vamos a salir a tomar un mojito. Me llevo la cámara por si “cae” algo. He estado todo el día en casa y solo he salido para acercarme hasta el centro UNAICC donde estoy negociando enchufarme a Internet. Por la mañana, Isis y Flor nos han traído buenas noticias sobre nuestros visados y hemos tenido una divertida charla sobre Cuba. Cuando llegaron los españoles, Cuba estaba habitada por tribus indígenas pacíficas. Entre ellas, los indios Siboney dedicados a la agricultura y ganadería. Eran pequeños y delgados. No había tribus guerreras, vivían en paz y mercadeaban entre ellos. Fueron engatusados con cristalitos, cuentitas y chucherías varias para pasar a ser esclavizados y diezmados por las enfermedades y el duro trabajo para el que no estaban ni físicamente dotados ni acostumbrados. Llegaron los esclavos negros africanos, más resistentes y aportaron su cultura, sus ritos y una nueva raza, los mulatos. Después llegarían los chinos. Huían de la Guerra de Secesión Americana. Allí habían sido mano de obra barata y ahora bajaban a la isla caribeña. La Habana cuenta con su propio barrio chino, al que tenemos pendiente una visita sin prisas, siendo sus habitantes los descendientes de aquellos chinos, ya que no ha habido inmigraciones posteriores. Una nueva cultura y un mestizaje más. Mulatos con rasgos asiáticos. Luego llegaron los norteamericanos a su ciudad del pecado, la revolución y los rusos. Son las once y media. Nos hemos tomado dos mojitos y hemos cenado en casa. Me vengo con cinco fotos y lo que creo va a ser el origen de una nueva serie fotográfica, una raza nueva con mucho color. El día ha merecido la pena.

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